Cientos de camiones recorren diariamente las carreteras cargados con miles de productos diferentes. La logística es uno de los sectores con mayor impacto económico, ya que mueve ingentes cantidades de dinero.
Y los ladrones también lo saben.
En 2024, la Unión Europea experimentó un notable aumento de los incidentes de robo de cargas pesadas. Alemania notificó 2.919 incidentes, con pérdidas de 148 millones de euros, y el Reino Unido registró 4.797 incidentes, con un valor total de pérdidas de 31,7 millones de euros. Italia, Francia y España también comunicaron cifras considerables, lo que indica que sigue habiendo dificultades para atajar este problema en las principales economías europeas. Esta tendencia subraya la necesidad de medidas de seguridad avanzadas y de una cooperación transfronteriza más eficaz.
Las empresas de transporte son conscientes de esta realidad y hacen todo lo posible por adoptar medidas de seguridad para evitarlo. Aun así, los ladrones son cada vez más innovadores e ingeniosos a la hora de desafiar la seguridad y apoderarse de las mercancías.
Por eso es tan importante tener en cuenta hasta el último detalle a la hora de transportar mercancías, especialmente las de gran valor, que son las favoritas de los ladrones.
Las técnicas utilizadas por los ladrones son cada vez más numerosas y sofisticadas, pero hay patrones que se repiten y que conviene tener en cuenta
Los conductores necesitan descansos, y están legalmente obligados a hacerlos. Cuando un camión se queda solo, se vuelve vulnerable a los robos. Los ladrones aprovechan esta situación para hacerse con las mercancías transportadas. La técnica más habitual es trasladar la mercancía a su transporte y huir, sobre todo los objetos de valor.
Para evitarlo, los conductores y las empresas de transporte deben ser conscientes de este problema y adoptar medidas como utilizar candados, no dejar los camiones desatendidos, aparcar sólo en lugares seguros y utilizar el tipo de camión más adecuado en cada caso.
Deben prestar atención, sobre todo en las primeras paradas del trayecto, ya que algunos ladrones sondean a los conductores para averiguar cuándo recogen las cargas y luego siguen a los conductores con la intención de robar la mercancía cuando el conductor se detiene.
En el sector de la logística, una estafa habitual es la de las empresas falsas. Estos estafadores se hacen pasar por transportistas o transitarios reales utilizando documentos falsos para parecer dignos de confianza. Estos estafadores pueden reservar servicios de transporte y facilitar datos falsos de recogida y entrega, sólo para involucrar a los transportistas en tramas como el transporte de mercancías robadas o el impago de los servicios de transporte. Por eso los transportistas deben prestar mucha atención a las credenciales y referencias de las empresas con las que hacen negocios antes de aceptar transportar su carga.
En resumen, el robo de mercancías está aumentando, lo que supone una amenaza significativa para la industria logística. Para combatirlo, las empresas de transporte deben permanecer vigilantes y aplicar medidas de seguridad sólidas.
Las empresas pueden proteger mejor sus bienes conociendo las tácticas habituales que utilizan los ladrones, como el robo de carga durante los descansos de los conductores y las estafas sofisticadas.
La vigilancia, la atención a los detalles y las asociaciones de confianza son esenciales para frustrar estos intentos de robo y garantizar la entrega segura de envíos valiosos.